Guerra comercial entre EE.UU. y China impacta en América Latina
Recientemente el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que el pulso entre la potencia estadounidense y el gigante chino puede poner en peligro la recuperación y el crecimiento económico global para este año, viéndose afectadas notablemente naciones americanas, ocasionando en esos territorios un dólar más caro. La expectativa de muchos latinoamericanos era que la región se beneficiara vendiéndole a ambos gigantes lo que ellos dejaran de comprarse entre sí.
Pero la perspectiva de una pugna comercial prolongada que disminuya el crecimiento mundial ha traído otras consecuencias menos auspiciosas para América Latina, porque los inversores en general están más cautelosos, por la tentación de sacar dinero de esos países, lo cual termina siendo mayor a cada instante.
El enfriamiento de la economía china ya provoca un efecto inverso porque los precios de productos como la soja argentina, el cobre chileno o los minerales peruanos ,se desplomaron en los últimos días o semanas, lo que reduce las ganancias exportadoras y la recaudación de los gobiernos debido a que se disminuye el beneficio potencial de una mayor colocación de los insumos.
Asimismo, aunque no escape a las amenazas del nuevo escenario internacional, México parece tener algunos beneficios al mismo tiempo. La presencia relativa del país latinoamericano en la canasta de importaciones de EE.UU. ha crecido mientras cae la china.
Para Monica de Bolle, investigadora principal del Instituto Peterson para la Economía Internacional y directora de estudios latinoamericanos en la Universidad Johns Hopkins, otro efecto sorpresivo de la guerra comercial entre Washington y Pekín ha sido la llegada a México de compañías multinacionales para evitar quedar atrapadas en la creciente red arancelaria, razón por la cual las compañías japonesas, coreanas u otras que tienen operaciones en China, consideran que si el mercado de Estados Unidos es importante y existe un riesgo potencial de que sus exportaciones sean bloqueadas, es preferible evitarlo instalándose en la nación azteca.
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Pero la perspectiva de una pugna comercial prolongada que disminuya el crecimiento mundial ha traído otras consecuencias menos auspiciosas para América Latina, porque los inversores en general están más cautelosos, por la tentación de sacar dinero de esos países, lo cual termina siendo mayor a cada instante.
El enfriamiento de la economía china ya provoca un efecto inverso porque los precios de productos como la soja argentina, el cobre chileno o los minerales peruanos ,se desplomaron en los últimos días o semanas, lo que reduce las ganancias exportadoras y la recaudación de los gobiernos debido a que se disminuye el beneficio potencial de una mayor colocación de los insumos.
Asimismo, aunque no escape a las amenazas del nuevo escenario internacional, México parece tener algunos beneficios al mismo tiempo. La presencia relativa del país latinoamericano en la canasta de importaciones de EE.UU. ha crecido mientras cae la china.
Para Monica de Bolle, investigadora principal del Instituto Peterson para la Economía Internacional y directora de estudios latinoamericanos en la Universidad Johns Hopkins, otro efecto sorpresivo de la guerra comercial entre Washington y Pekín ha sido la llegada a México de compañías multinacionales para evitar quedar atrapadas en la creciente red arancelaria, razón por la cual las compañías japonesas, coreanas u otras que tienen operaciones en China, consideran que si el mercado de Estados Unidos es importante y existe un riesgo potencial de que sus exportaciones sean bloqueadas, es preferible evitarlo instalándose en la nación azteca.
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