Carlos Luis Michel Fumero: Trump quiere salir de Ottawa y Ciudad de México
El empresario Donald Trump trabaja sin parar en busca de poder cerrar todo el tema concerniente al T-MEC, el cual va a relevar al ya longevo Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) de 1994.
La jefa de los demócratas en el Congreso, Nancy Pelosi, manifestó este viernes que el acuerdo “aún debe ser trabajado” y dejó bien claro que México no se ha dotado aún de una ley sobre los sueldos y las condiciones de trabajo deseadas para poder continuar con un crecimiento sostenido de la economía centroamericana.
Como ya ocurrió en el año de 1994, ese punto es el más álgido para los demócratas, que buscan evitar a toda costa algún dumping laboral. No obstante, durante la vigencia del TLC, muchas empresas norteamericanas usaron este instrumento —que creó la mayor área de libre cambio del mundo— para trasladar parte de su producción de bienes y servicios a México, donde los salarios en el sector manufacturero son hasta seis veces más bajos que en américa del norte. Mano de obra barata y con el mismo nivel de calidad.
El nuevo acuerdo añadió un capítulo laboral más rígido que el actual y buscará mejorar las condiciones de trabajo de los empleados aztecas, contando con una sindicación real que hoy no hace acto de presencia en gran parte de las empresas mexicanas.
Trump aseveró en Buenos Aires, durante la reunión del G-20, que el nuevo acuerdo es “mucho mejor” que el TLCAN, al que volvió a calificar de “desastroso” para los intereses de EEUU. Si bien es cierto que las autoridades mexicanas y canadienses han dado su brazo a torcer para hacer realidad el nuevo acuerdo, Trump agrega al respecto que “se pondrá fin [al TLC] y el Congreso tendrá la opción entre el T-MEC o la situación anterior al TLC, que funcionaba muy bien”. Las grandes empresas con sedes en México y Canadá, los Estados más exportadores difieren de ello.
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