Descubre las funciones de un agente aduanero
El agente de aduanas se enfrenta a una tarea de alta responsabilidad y que requiere de precisión, puesto que una alta exigencia en la clasificación arancelaria hace posible que los pagos correspondientes se lleven a cabo con máxima satisfacción y, a la vez, permite el cumplimiento de las regulaciones y restricciones no arancelarias. Por lo tanto, se eliminan las situaciones de riesgo y es posible detectar la introducción de mercancías ilícitas en el país, al tiempo que se evitan las multas y procedimientos administrativos. De esta manera se garantiza la seguridad jurídica para las autoridades del despacho referido
Por otro lado, el representante aduanero tiene una gran responsabilidad ya que se encarga de supervisar el ordenamiento de las regulaciones y restricciones no arancelarias determinando qué mercancías se pueden importar o exportar y en qué condiciones. Al mismo tiempo se encarga que se cumplan todas las disposiciones legales tanto nacionales como europeas.
La figura del agente de aduanas y el transitario son diferentes, aunque pueden trabajar de manera conjunta. El primero se encarga de las gestiones administrativas que permiten la importación y exportación de todo tipo de mercancías fuera de la comunidad europea.
El transitario actúa como intermediario para gestionar los tránsitos de los productos internacionales que una vez descargados, puedan emprender su camino hacia su destino final.
Asimismo, debe prestar una mejor atención y servicio a sus usuarios, proporcionando medios de información de fácil acceso desarrollando procedimientos modernos, más eficientes y tramitaciones más ágiles, acordes con la inserción internacional del país y sus acuerdos de libre comercio.
En su interacción con el sector privado, el aduanero tiene como principios rectores la buena fe y la probidad. En este contexto, la coordinación y el trabajo conjunto entre sector público y sector privado constituyen uno de los pilares básicos de la actividad aduanera.
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Por otro lado, el representante aduanero tiene una gran responsabilidad ya que se encarga de supervisar el ordenamiento de las regulaciones y restricciones no arancelarias determinando qué mercancías se pueden importar o exportar y en qué condiciones. Al mismo tiempo se encarga que se cumplan todas las disposiciones legales tanto nacionales como europeas.
La figura del agente de aduanas y el transitario son diferentes, aunque pueden trabajar de manera conjunta. El primero se encarga de las gestiones administrativas que permiten la importación y exportación de todo tipo de mercancías fuera de la comunidad europea.
El transitario actúa como intermediario para gestionar los tránsitos de los productos internacionales que una vez descargados, puedan emprender su camino hacia su destino final.
Asimismo, debe prestar una mejor atención y servicio a sus usuarios, proporcionando medios de información de fácil acceso desarrollando procedimientos modernos, más eficientes y tramitaciones más ágiles, acordes con la inserción internacional del país y sus acuerdos de libre comercio.
En su interacción con el sector privado, el aduanero tiene como principios rectores la buena fe y la probidad. En este contexto, la coordinación y el trabajo conjunto entre sector público y sector privado constituyen uno de los pilares básicos de la actividad aduanera.
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