¿Cómo funcionan las aduanas de un país?
Las aduanas de los países funcionan como entes gubernamentales donde los productos, enviados por las empresas a otras naciones, tendrán que pasar un control en las oficinas encargadas de supervisar las operaciones de comercio exterior. Estas inspecciones tienen lugar en las mencionadas instituciones que se establecen en las fronteras de un territorio A y B.
El objetivo de la misma es comprobar la mercancía, corroborar que se cumple con la legislación y cobrar impuestos. La función recaudatoria en las aduanas es otro de los principales objetivos pues los países obtienen importantes cantidades en el pago de aranceles y otras tasas. El control en esos establecimientos suele ser bastante estricto.
Se puede dar el caso de que ciertos productos sean retenidos sin llegar a su destino final. Puede resultar común en sustancias o artículos prohibidos en un país como por ejemplo armas, tabaco, alcohol, animales, obras de arte, entre otros.
Por eso es importante estudiar y comprender el marco jurídico y legislativo de cada nación, pues hay algunos productos que pueden ser catalogados como sensibles, de manera que, en función de país al que se exporte, los departamentos dedicados al comercio exterior actuará de una manera u otra, según los requisitos a cumplir.
Por ejemplo, una empresa española puede decidir exportar a países de la Unión Europea, donde los procesos aduaneros resultan más sencillos. Por el contrario, exportar fuera de las fronteras continentales requiere del cumplimiento de un mayor número de requisitos. Esto se debe a que en la UE los protocolos son distintos al de otras partes del mundo.
Por lo general las recomendaciones básicas para asegurar el paso de nuestros productos por fronteras en el continente europeo es buscar una línea especial de financiación bajo el programa Innovfin del FEI (Fondo Europeo de Inversiones).
Consultar condiciones, debido a que es el primer gran consejo, sería apoyarse en asesores expertos en el área geográfica en la que tengas intención de vender. Será la mejor manera de evitar problemas en la aduana y que los productos puedan ser comercializados en otros países sin graves inconvenientes ni costes.
Por su parte, el resto de recomendaciones en registros serían: Las empresas deben presentar una declaración para identificar su mercancía y confesar el destino de la misma. En España estas gestiones son llevadas a cabo por los “Agentes de Aduanas”. La mercancía exportada o importada por las empresas será inspeccionada para verificar la veracidad de la información ofrecida.
Las empresas que decidan exportar o importar dentro del bloque deberán ajustarse a las normas sobre la política comercial de intercambio de mercancía con otros países.
Las organizaciones deberán hacer frente al arancel de aduanas, cantidad que se paga por la exportación o importación, cuando así lo establezca la legislación vigente. Si se trata de un intercambio por la UE, de bienes cuyo origen y destino no pertenecen a los países miembros, las empresas involucradas deberán someterse a otra tramitación específica.
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